Historia navideña... Asaltos Mortales

Asaltos Mortales.
               
                  I  Asalto
Espuma, espuma y más espuma, el momento del zen del día,
estirada ( lo que se puede decir estirada) en una bañera, con
agua caliente, perfumada y con mésica ambiente.
Pronto llegarí la navidad una fecha que personalmente no es
que me agradara mucho. Casas orteras con renos iluminados,
papanoeles bajando por tu chimenea, pavos que no caben en
tu horno y suegras que te dicen como cocinar tus propios platos.
                               II Asalto
El baño de espuma relajante se fue al cuerno con solo penar esas
cosas. Una vez "relajada" me arreglé intentando pensar en la única
cosa que me alegraba, mi esposo no tardaría en llegar de su viaje
de negocios y esperaríamos juntos para navidad. Acurrucados en
el sofá con una manta bien calentitos, con un chocolate caliente y
viendo una pelicula romántico. Sonó el timbre y cuando abrí, me
encontré una banda de musicos, en otras palabras una orquesta.
                               III Asalto
- No gracias, no quiero oír más billancicos ya tengo vastante en
escucharlos por la tele, las calles, tiendas y supermercados- dije.

- Perdón? creo que se esta confundiendo, somos la vanda, la
orquesta. Nos han enviado aquí a pasar las navidades.

- Lo siento, se estará equibocando.

- Lo dudo, su marido es Lucas Martinez? Pues su empresa nos ha
informado de nuestro destino.

- En cuyo caso sea cierto por que no se me ha informado de ello?.

En ese momento me entegaron una carta. En la que ponia:
- Queridísima María, te echo muchisimo de menos, siento mucho
tener que darte malas notícias, el viage se a alargado vastante
así que no podré ir por navidad. Lo siento amor.
Pd: Te dejo a unos amigos en casa. Beso.
                            IV Asalto

Destrocé la carta y cerre la puerta.
Después de 1 minuto de gritos y timbres que no paran de sonar,
abrí una última vez la puerta y dije:
- Soy una mujer de pocas palabras y poca paciencia feliz navidad!

Cerré la puerta y le di a mi voton rojo de emergencias navideñas,
la función de  ese boton mágico era hacer caer a todas las moscas
cojoneras cantarinas por una trampilla, que les conduciría a una pequeña
fabrica y los convertiría a todos en maravillosos libros llenos de
historias apasionantes, mejores que la navidad.
Que alivio!
Después de tanto ajetreo y una navidad horrible, decidí construir un
laberinto, un laberinto construído  con los libros recaudados durante
toda la navidad. Para perderme entre todas las historias y relatos posibles.