CAPÍTULO 17.
En capítulos anteriores…
Cogió el edredón y me tapó hasta el cuello, acto seguido se metió él con cuidado de no destaparme. Era un cielo, la verdad. Por España no había de estos. Me gustaría quedarme allí toda la vida, era un sitio fantástico y había un chico que me retenía allí.
Abrí los ojos entrecerrándolos ya que tenía bastante sueño. Me giré y vi a Zayn dormido, tan dulce. Sus pestañas y sus labios me hipnotizaban de una manera increíble. Abrí un poco más los ojos, me acerqué a su cara y le di un tierno beso en la mejilla. Intenté no despertarlo dándole el besito más suave, pero sonrió justo cuando mis labios se despegaban de su mejilla. Cuando me separé un poco más abrió los ojos.
- Buenos días, princesa. – Yo sonreí como una tonta.
- Buenos días, pequeño. – Se acercó y me dio un pequeño beso en los labios. – Es gracioso.
- ¿El qué?
- Llamarte ‘pequeño’ cuando en realidad eres lo más grande que tengo.
- ¿Sabías que te quiero? – Le acaricié la cara y giró su cara para poder besarla.
Me senté al final de la cama, y caí hacia atrás estirándome para poder levantarme y hacer el desayuno, estaba muerta de hambre. Lo sé, había cenado tarde, pero es que soy así, siempre tengo hambre, a todas horas, como Niall.
Fui hacia la cocina y preparé unas cuantas tortitas para cada uno con leche y colacao.
- ¡Zaaaaaayn!
- ¿Qué?
- Ya está el desayuno.
- Ahora voy, me visto y voy.
- Vale.
Después de cinco minutos volvió arreglado y se sentó en la mesa.
- ¿Dónde vas tan arreglado tú?
- Pues tengo un photoshoot. ¿Vienes?
- Pues no sé que decirte..
- Va, ven. Por favor. Que me hace ilusión aunque vergüenza. Quiero que vengas. – Dijo tocándome la rodilla.
- Iré si me lo pides así.
Se acercó a mí y me dio un beso en la mejilla. Acabamos de desayunar y fui a vestirme. Acabé de vestirme y fui hacia el comedor.
Zayn hizo dos silbidos de esos de ‘estas muy sexy’.
- Zayn, no empieces por dios. – Empecé a reirme más que nada de la vergüenza.
- ¿Por qué? Si estás muy sexy, como siempre.
- No lo creo. Voy normal. – Iba con tejanos unas bambas converse negras y chaqueta de universitaria azul con una ‘N’.
- Yo sí lo creo. Y si yo digo que estás guapísima, lo estás.
- Vale, vale. Lo que tú digas. Ahora vamos. – Salimos de casa y bajamos al portal.
Os a parecido corto, pues las quejas a la Autora María, su twitter @bradfordlove_
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